El Real Madrid tenía el plato servido en Polonia: ganaba 2-0 con comodidad, de visitante pero en un partido que se jugó a puertas cerradas, pero se durmió y a penas pudo traerse una igualdad ante un rival de menor envergadura como el Legia de Varsovia.

El conjunto español buscaba un triunfo con el cual, en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League, iba a abrochar la clasificación a octavos de final del certamen, y así se adelantaba con los tantos de Gareth Bale y Karim Benzema.

Con Cristiano Ronaldo apagado, a pesar de intentar llegar a la cifra de los 100 goles europeos, el ‘Merengue’ comenzó a equivocarse feo, y así el local se lo dio vuelta, y se puso en ventaja; hasta que cerca del final, apareció Mateo Kovacic para rescatar la igualdad.

De esta forma, el equipo de Zinedine Zidane, ahora con 8 unidades, marcha como escolta en el Grupo F que lidera el Borussia Dortmund. La próxima jornada visita al Sporting de Lisboa, donde buscará sumar esa victoria que le dé el pase a octavos.