En la Bombonera se vivió un verdadero escándalo cuando, regresando del descanso, los jugadores de River fueron agredidos por hinchas de Boca, quienes les arrojaron gas pimienta, lo que derivó, luego de más de una hora de espera, en la suspensión del partido que definía cual de los dos equipos avanzaba a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.

Sin embargo, antes del papelón, hubo algo de fútbol, ya que se disputó un primer tiempo que, tras lo sucedido, pasó a un segundo plano. Aquí parecía que Boca iba a intentar ser protagonista, pero nunca gravitó en el juego, en parte, por el trabajo táctico del visitante, que presionó bien arriba cuando pudo, y se mostró ordenado y compacto.

Luego de lo duro que se jugó en el Monumental, donde River había logrado la ventaja de 1-0, enseguida Darío Herrera pretendió imponer su presencia para no quedar en el ojo de la tormenta, y ante la primera infracción fuerte, a través de Daniel Osvaldo, el árbitro mostró una amarilla que pareció condicionar al resto, ya que no hubo más juego brusco.

En cuanto a las llegadas, a Boca le costó mucho generar juego, y en más de una ocasión apostó a la segunda jugada, con pelotazos de sus centrales, para que se las arreglen sus compañeros. En una de las pocas que pudo gravitar, Osvaldo se retrasó un poco, y avisó con un disparo al medio, que no inquietó demasiado a Marcelo Barovero.

Por parte del visitante, todo el orden táctico y el plan de contención no pudieron ser completados con un ataque profundo. River no se animó tanto a ir a buscar ese gol de visitante que podía liquidar la serie, y así, la única que tuvo, fue un pase profundo a Sebastián Driussi, que tras enganchar, definió alto, por arriba del travesaño.

Se esperaba por un segundo tiempo más emocionante, y donde Boca arriesgara más, en busca de igualar la serie, y así esperaba Nicolás Lodeiro para saltar desde el banco. Si el ‘Xeneize’ se adelantaba, el ‘Millonario’ iba a tener más espacios para contraatacar, y allí podría tornarse más entretenido el encuentro.

Sin embargo, pasó lo que todos ya saben, y por culpa de algunos inadaptados que agredieron a los jugadores de River, el segundo tiempo nunca se jugó. El partido quedó suspendido, y habrá que esperar para conocer qué define la Conmebol: si el encuentro se reanuda en los próximos días, o si se le otorgan los puntos a los de Núñez.