Un encuentro entre Novo Hamburgo e Internacional de Porto Alegre en el campeonato regional brasileño se convirtió en una verdadera batalla campal por la pasividad del árbitro a la hora de sancionar las faltas.

Raphinha, delantero del Inter, intentó ir por una pelota dividida en el área pero se encontró con los tapones del defensor Luis Henrique, quien despejó la pelota y dejó la pierna en alto impactando al atacante de manera espectacular a la altura del hombro.

El mismo cayó espectacularmente dando muestras de dolor por la terrible patada, mientras que Henrique quedó de rodillas junto a su "víctima" y le rogó al árbitro para que no lo sancione.

Y así fue. El juez no solo no expulsó al defensor sino que tampoco sancionó el penal que correspondía para el Inter.

A partir de ese momento el partido se tornó una verdadera batalla campal en la que los jugadores del Novo Hamburgo aprovecharon la pasividad del réferi para repartir patadas y codazos sin ningún tipo de consecuencia.