Si bien jugó un buen partido y plantó cara ante la adversidad en Brasil, Boca quedó eliminado de la Copa Sudamericana 2024 en octavos de final tras caer en la definición por penales con Cruzeiro y ese resultado provocó un duro golpe en el club.

Por este motivo, el ídolo Xeneize y presidente de la institución, Juan Román Riquelme, protagonizó un incómodo momento en el regreso del plantel a Buenos Aires

“¡Román, amargo! ¡Amargo!”, le gritó una persona que se encontraba en el aeropuerto. Riquelme, atento a la queja, se dio vuelta y, sin detener su marcha, lo miró fijamente durante unos cuantos segundos. Luego, el presidente de Boca se retiró del lugar sin dar declaraciones,.