Se cumplen 80 años de la muestra nazi llamada "Arte degenerado"
Obras que para el Tercer Reich debían ser consideradas como ridículas y fuera de los cánones del "buen gusto" fueron expuestas para la burla pero al mismo tiempo se sacó rédito de las mismas.
¿Quién osaría hoy considerar a artistas como Marc Chagall, Ernst Ludwig Kirchner, Paul Klee, Oskar Kokoschka, George Grosz, Emil Nolde y Wassily Kandinsky, entre otros como "degenerados"?
Hoy es impensado pero para el nazismo- ávido en el mundo del tráfico del arte- fue una forma de hacer negocios con ciertas obras que hoy son consideradas verdaderas joyas del arte.
Fue el 19 de julio de 1937 cuando el Tercer Reich abrió las puertas para la muestra- hasta el 30 de noviembre- de lo que ellos consideraban "arte degenerado" (Entartete Kunst) en el Instituto Arqueología de Múnich con casi 600 obras que eran objeto de burla.
El lugar para la muestra fue elegido justamente por su falta de luz y además se colocaron las pinturas de forma descuidada con leyendas del estilo: "Naturaleza vista por una mente enferma"o "Un insulto a la mujer alemana".
Las obras fueron divididas entre aquellas que degradaban la religión; una sección de artistas judíos, y otra con lo que consideraban un insulto a la mujer, los soldados y los trabajadores de Alemania. Mientras que el arte abstracto fue catalogado como "locura" y junto a grandes artistas se incluyeron pinturas realizadas por los enfermos psiquiátricos en un hospital.
Tras su cierre en Múnich, luego de ser visitada por unas 2 millones de personas, la muestra recorrió durante tres años diferentes ciudades de Alemania.
"Vemos alrededor de nosotros los engendros de la locura, del descaro, de la incompetencia y la degeneración", aseguró el organizador Adolf Ziegler, entonces el presidente de la cámara de Bellas Artes de Alemania y parte del círculo del dictador Adolf Hitler.