A los 94 años falleció el humorista gráfico Landrú
Juan Carlos Colombres fue fundador de la revista Tía Vicenta, creando uno de los personajes históricos del humor gráfico argentino. La Fundación Landrú, lo despidió en un comunicado "con honor y con humor, fiel a la filosofía de vida que ejerció y transmitió".
"Su partida nos entristece mucho. Un gran y buen hombre, el creador de una gran obra de humor se ha ido. Pero sus textos, viñetas y personajes nos ayudarán a recordarlo todos los días y a seguir riendo. Como él querría, que el humor siga presente en nuestras vidas", señaló la fundación Landrú como mensaje de despedida para Juan Carlos Colombres, que falleció a los 94 años en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante más de 60 años, Landrú logró combinar el humor, la política y la reflexión a través de sus pícaras viñetas que forman parte de la cultura gráfica nacional.
Landrú se definía así mismo como un "dibujante" pero es innegable que también era un gran conocedor de la realidad política y social de nuestro país que plasmaba a través de su arte. Con ironía, trazos simples y la cuota justa de absurdo y picardía, Colombres lograba llegar a un amplio público.
La lista de medios de comunicación en los que publicó es muy extensa y abarca los principales diarios y revistas de cada época. Entre 1945 y 2008 publicó en las revistas Don Fulgencio, Cascabel, Aquí está, Popurrí, Medio Litro, Avivato, Loco Lindo, Rico Tipo, Vea y Lea, Esto Es, Dinamita, Sucedió con la farra, Salimos, Patoruzú, Mundo Argentino, Pobre Diablo, Continente, El Hogar, Tía Vicenta, María Belén, Tío Landrú, Todo, Primera Plana, Atlántida, Gente, Somos, Para Tí, La Nación Revista, El Gráfico, Somos, Satiricón y en los diarios El Mundo, Clarín, La Nación, Ámbito Financiero y La Nueva Provincia; entre otros.
Juan Carlos que nació en Buenos Aires el 19 de enero de 1923 cambió su nombre para siempre en la historia argentina cuando pasó a firmar sus trabajos bajo el seudónimo de Landrú, en 1947.
Desde la Fundación- que lleva su nombre-, una entidad que nació a partir del deseo del dibujante de poner en valor su trabajo de más de 60 años de trayectoria y de digitalizar la totalidad de la obra de un humorista gráfico "para difundirla como patrimonio cultural", relatan que con solo siete años Colombres creó una revista de historietas y chistes que repartió entre sus compañeros de escuela.
Estudió arquitectura pero la abandonó dos años después para dedicarse de lleno al humor gráfico. En 1945 publicó su primer dibujo en la revista Don Fulgencio, de Lino Palacio. Y al año siguiente comenzó a colaborar como dibujante humorístico en las revistas Cascabel, Rico Tipo, Vea y Lea y El Hogar, entre otras. También fue el primer libretista de Tato Bores y creo la exitosa revista Tía Vicenta.
Tía Vicenta y una forma de ver la realidad con humor y reflexión
"Corría el año 1957 (...) creía que una revista de humor político, llevando el disparate y el absurdo, que es el humor que yo hago, al terreno de la actualidad y de la política podría tener éxito. Yo ya había incurrido en este tipo de humor, muy brevemente, en los años 1945/1946 en Cascabel. Y a partir de septiembre de 1955, en la revista Vea y Lea, con una sección que se llamaba Las Grandes Encuestas de Vea y Lea, donde aparecían los personajes políticos de la época formulando inusitadas y disparatadas declaraciones", contó Landrú sobre los orígenes de Tía Vicenta.
"Bautizada con el nombre de Tía Vicenta, en homenaje a mi tía Cora (tía abuela materna), el primer número casi íntegramente lo hice yo, con una colaboración de Del Peral. Pero de inmediato comenzaron a caer los primeros colaboradores: Faruk, Bayón, Siulnas, Basurto, Sófocles, Sofo (Sofovich), Ignacio B. Anzoátegui, Jordán de la Cazuela, Garaycochea, etc. El diagramador fue Eugenio Javier Arizmendi y la secretaria Esther Linares (luego ocupó funciones de diagramadora y correctora). Más tarde entraron otras secretarias: la checoslovaca Elena Kufa y Olga Argiz, y el diagramador Sergio Pinto", rememoraba Colombres.
Tía Vicenta llegó a ser considerada una de las mejores seis revistas de humor político del mundo (la única en América Latina) en el libro The Naked Emperor: An Anthology of International Political Satire, de Barbara Fultz, Pegasus, 1970.