Publican un libro inédito de Miguel de Unamuno: "Apuntes de un viaje por Francia, Italia y Suiza"
El escritor y filósofo español viajó con 25 años por Europa invitado por su tío y dejó un diario con sus impresiones que estuvo en manos privadas hasta ahora. En los detalles del libro relató su fascinación por Florencia y que odió París.
"Los escribí pensando para mí y sin el menor propósito de que fuese jamás publicado. Son desahogos de un muchacho", señaló Miguel de Unamuno cuando le propusieron editar esas apreciaciones varias décadas atrás.
Sin embargo, cumplidos los 80 años de su muerte que liberan su obra de los derechos de autor- y del veto de los herederos- Oportet Editores publicó "Apuntes de un viaje por Francia, Italia y Suiza", con edición de Pollux Hernúñez.
Los relatos fueron escritos cuando el bilbaíno tenía tan solo 25 años y fue invitado por su tío Claudio a un viaje de 49 días por Francia, Italia y Suiza. Esos cuadernos de viaje serían, para muchos, la primera obra literaria de Unamuno.
La edición, de 304 páginas, recoge la transcripción completa de los dos cuadernos incluidas las tachaduras, dibujos a mano. Además el libro cuenta con notas explicativas, un apéndice de textos unamunianos relacionados con el viaje, un índice onomástico general y la reproducción fotográfica de varias páginas del manuscrito original.
"Ya en estos textos se ve al Unamuno contradictorio (...), que a los 25 años había leído todo y a todos, que escribía mucho y era radical en sus ideas, visceral, muy emotivo, un sabio por observación e intelectualmente riquísimo", destacó durante la presentación- en Madrid- Pollux Hernúñez, autor de "'Venceréis, pero no convenceréis': La última lección de Unamuno", sobre su polémico discurso ante Millán Astray en la Universidad de Salamanca en 1936.
En los apuntes puede leerse que le fascinó Florencia y "abominó de París" además de críticas y "latigazos inmisericordes contra cierta gente".
"Estoy lleno de Florencia, enamorado de ella, adivinando tiempos y cosas que apenas conozco; tengo que estudiar su historia. ¡Si estuviera ella aquí, si estuviéramos los dos", escribió Unamuno. Mientras que Francia no le entusiasmó. Por ejemplo sobre la Exposición Universal, de la que conservó la entrada, le pareció "el colmo de lo cursi"; el Folies Bergère una "jaula de fieras" repleta de "desnudeces asquerosas, ojos pintados, pelos pegados a la cara, miradas de hambre, provocaciones, mucha carne como flor de estercolero", y despotricó contra la "institución" del "s'il vous plaît" (por favor), que "retrata la inmensa tontería del francés".
"De San Rafael a San Remo: Niza, Mónaco, etc, todo igual, todo monótonamente pintoresco. Mónaco se mete en el mar y lo ofrece a los suicidas; aquí viene a morir a fuerza de vida los ambiciosos y los aburridos", plantea el joven escritor y agrega: "..cuento los minutos para llegar a Roma; Roma, Roma, allí me espera, poste risante, carta de ella; de ella, de quien hace ocho días nada sé".
En 1889 Miguel de Unamuno era un joven doctorado que buscaba trabajo y había publicado varios artículos. "Era un autor en ciernes", ya que "Paz en la guerra", su "gran novela histórica" sobre las guerras carlistas, no llegaría hasta 1897, recordó Hernúñez.
Estos escritos de viajes no figuraban en el inventario que se hizo cuando, 30 años después de su muerte (1936), su familia donó a la Universidad de Salamanca todos los documentos que había en su casa.
"Páginas inéditas, cartas, tarjetas, notas, libros comenzados, apuntes para obras...", pero no esos cuadernos de viaje. "Cuándo y cómo salieron no lo sé", aseguró el editor, a quien se los facilitó su propietario, un coleccionista que los compró en el extranjero y que prefiere guardar el anonimato.
Fuente: EFE