Por segundo año consecutivo, se presentó "La mirada propia", el proyecto coordinado por Florencia Kirchner, quien acaba de arribar a San Luis. Se trata de seis cortos que fueron proyectados nuevamente en el Cinemacenter de San Juan.

Florencia Kirchner nuclea el  proyecto en una producción especial de Unasur Cine con el apoyo INCAA, la Secretaría de Cultura de la Nación y la Fundación Cine con Vecinos.

Las historias filmadas  en 6 barrios diferentes cuentan emotivas historias protagonizadas por familias de bajos recursos: "La familia", en el barrio Evita, en Caseros; "Mi barrio", en la villa número 15 de Lugano, "Emergencia", en el barrio Cildañez; "Mi caballo", en el barrio La Garrote de Tigre; "Hay equipo", en el barrio María Teresa de Calcuta, en San Juan; y "Kevin", en Villa Paula, en el departamento cuyano de Chimbas.

Si bien Florencia Kirchner no participó de la proyección, tuvo buena aceptación por parte del público presente. Además escribió unas palabras para presentar el proyecto:


"Históricamente, las cámaras de video nos han brindado a las personas la posibilidad de registrar momentos. La cámara nos acompaña, nos permite trasladarla a diferentes lugares y colocarla donde queremos. La cámara registra vida. La cámara ha servido como testimonio de los hechos más fuertes que han ocurrido sobre la Tierra. Registrados de manera documental, transformados en ficción, o siendo filmados en vivo y en directo mientras todo sucedía. ¡Benditos sean quienes hayan tenido la oportunidad de acceder al lenguaje cinematográfico!".

"Esas personas han mostrado a través de los años diferentes visiones de lo que sucede en la Tierra, de lo que le sucede a los pueblos. Han narrado amor, dolor, arte, política y muchas cosas más. Lamentablemente la posibilidad de acceder al lenguaje y a la cámara no ha sido igualitario a través de los años. La posibilidad de mostrar lo registrado con la cámara tampoco: las vías no han sido abiertas para todos. Poco a poco eso empezó a mutar, y acceder a la cámara o al lenguaje, por diversos motivos se transformó en algo más real y cercano".

"Cuando uno conoce el lenguaje puede plasmar su visión, cuando uno tiene la cámara la puede registrar, pero cuando falta la vía que la va a mostrar todo parece desplomarse. Las luchas para abrir las vías se fueron multiplicando, y más miradas comenzaron a plasmarse en los cines, televisores, y también en el mundo virtual, internet. Falta, y mucho para que esas vías sean completamente abiertas, quienes queramos eso, tendremos que buscar las mil y una formas para seguir moviendo las barreras que las traban. La propia mirada es una de esas formas".

"'La propia mirada' es una de esas formas. No vendrán grandes cineastas a hablarnos de lo que sucede en los barrios. No vendrán periodistas a hacer informes. Tampoco vendrán cabezas de la multimedia a explicarnos como sienten aquellos que no son ellos. Ellos, los trabajadores y trabajadoras, las amas y amos de casa, los y las jóvenes del barrio, luego de una charla sobre el lenguaje del cine, tomarán en sus manos las cámaras y registraran de la manera más libre a modo de ficción o documental eso, eso que los representa, su propia mirada".