Gabriel Saie: "Me interesó comprender la construcción del mito que hizo Kosice de sí mismo"
El director de "Kosice Hidroespacial", estrenada en el último BAFICI, vuelve a poner en pantalla el retrato del vanguardista, poeta y escultor Gyula Kosice que fundó el Movimiento Arte Madí y creó la utópica “Ciudad hidroespacial”.
"Yo tenía el proyecto de hacer una exposición retrospectiva, no muy grande ¿no? en el Pompidou y ahora vuelvo a la carga otra vez para ver si yo puedo exponer en el Pompidou", exclamó Gyula Kosice en la película Kosice Hidroespacial, dirigida por Gabriel Saie, un film que llegó a ver antes de morir en mayo de 2016 y a partir del cual volvió a hablar con su hermano.
Con humildad pero a sabiendas de la importancia de su trabajo en la vanguardia del arte cinético- con el agua como marca personal- Kosice tuvo un último reconocimiento en el Centro Cultural Recoleta donde el artista hizo una de sus pequeñas performances dando cuenta de su particular vitalidad y forma de adquirir experiencias.
Kosice, nacido en 1924, llegó a nuestro país a los cuatro años de edad y dejó su impronta no solo a partir de su poesía sino también a través de sus manifiestos y obras.
La cinética que con las escuelas del Constructivismo y la Bauhaus adquiere nuevas dimensiones fueron clave para Kosice, que sin embargo en 1959, escribió: "Pero aún faltaba algo. Era necesario dirigirse a la fuente misma de la energía, hacer intervenir en esta experiencia a un elemento que literalmente se escapa de las manos, a pesar de lo cual ostenta una flagrante superioridad, tanto desde el punto de vista biológico, como en su calidad de componente físico del planeta en el cual vivimos... Quiero decir, concretamente, el agua".
Y fue el agua la que hizo que el joven cineasta Gabriel Saie entrara en contacto con el artista y lograra retratarlo- luego de tres años de trabajo- en una cinta que une las poéticas del artista y el director.
"Fue muy curioso la verdad, yo estaba por el barrio de Almagro recorriendo y de golpe veo un cartel donde estaba Kosice detrás de una cortina de agua y decía Hidraulizar la política y chau", rememora Gabriel Saie para empezar a hablar sobre cómo se inició su relación con el artista y agrega "Coincidía con la época de elecciones de 2012 y cuando vi el cartel se me ocurrió que debía tener el taller cerca de ahí. Pasaron varios meses sin tener una novedad hasta que un día voy a hacer unas compras y veo que al lado del local al que había ido primero todo el frente celeste y que había una gota de acrílico como las de Kosice, con agua adentro. Efectivamente ahí era su taller, a principio no me recibía nadie hasta que un portero amigo, de esos que aparecen, me comentó que trabajaban de 9 a 12".
Saie se acuerda y se ríe: "Primero me puse en contacto con sus ayudantes, con los que entablamos muy buena relación. Después hice una de esas visitas al museo, éramos varios y el grupo era bastante heterogéneo, me acerco directamente a Kosice y le digo si quería que realicemos un documental sobre él, su vida y obra. Me dijo que sí, pero me puso la condición de que teníamos que ir a las 9 de la mañana el 26, 27 y 28 de diciembre, como desafío. Ahí empezamos y es curioso porque en esa primera jornada el camarógrafo llega un poco después y grabamos en sonido lo que termina siendo uno de los textos fundamentales de la película. Ya en esa primera jornada apareció un elemento que iba a ser clave".
"El elemento líquido, por el papel que juega en la fuerza motriz y en la electrificación de la Tierra, tiene una importancia preponderante. A pesar de ello el agua no había sido utilizada hasta el presente como material de posible emisión estética.", La arquitectura del agua en la escultura (manifiesto, 1959).
— Kosice trabajó con esta idea de "arquitecturizar el agua", de darle un nuevo valor. En la película trabajás con una idea muy particular de sonido ¿cómo manejaste ese aspecto?
— Juan Pablo Dos Santos fue el músico con el que habíamos hecho un documental anterior, en otra línea, que se llama "Nuestra Casa" que estuvo en el BAFICI 2009 y me había gustado trabajar con él porque me interpretaba bien las ideas que iba poniendo. Y en este caso trabajamos mucho amalgamando las bandas sonoras con la música. Hay temas musicales que están organizados a partir de distintos sonidos del agua. Tomamos mucho en cuenta los distintos tonos que generan las esculturas hidrocinéticas de él y eso a su vez está armonizado con la música. La escultura está sonando en un tono y la instrumentación está una octava más arriba. La verdad es que el sonido fue un elemento que permitió hacer la inmersión en el universo de Kosice; con el burbujeo del agua, los motores con esa sensorialidad que propone su obra y que en general en otras representaciones que vi no era tan tenida en cuenta. A nosotros nos importaba que el sonido fuera un elemento determinante. E incluso la escena que abre la película pone muy de manifiesto esta especie del despertar del museo a partir del encendido de las obras.
— La fuerte personalidad de Gyula siempre fue notoria, ¿cómo fue esa relación de tres años de trabajo y sus intensidades?
— Tuvo muchos matices la relación (se ríe). Yo también tengo un carácter fuerte, no doy el brazo a torcer pero siempre hubo un respeto mutuo. Él nunca quiso intervenir en la película, por suerte no pasó eso de que diga hagan esto, filmen esto.
— Sin embargo te puso un reparo al ver cómo habías modificado la velocidad de una de sus esculturas más famosas en el fluir del agua en la gota...
— Obviamente él también como artista tiene una intención poética en lo que hace y esa gota acunada a toda velocidad de 1948 fue la primera obra en la que él usa el agua y es una marca en lo que él hace. Entonces cuando la vio en otra velocidad de la que él había definido se inquietó un poquito (risas) Yo le comenté que era una licencia poética de la película y que después se iba a ver en su velocidad normal y a partir de ahí ya no hubo más problema. Kosice no se esperaba las escenas de verse a él en las representaciones de la película, de verse a él a los cuatro años llegando de lo que en ese momento era Checoslovaquia, y luego a los 13 años.
— Justamente esas ficciones insertadas fueron las que plantearon para muchos si categorizar o no a la película como docuficción...
— La defino como una película, como un retrato visual y sensorial de la vida y obra de Kosice, pero creo que fundamentalmente es un retrato más allá de la docuficción. Sobre todo tiene que ver con el hecho de que me interesaba comprender la construcción del mito que hizo Kosice de sí mismo, entonces de esa manera aparecen esos fragmentos que pueden tener mayor o menor grado de verdad en su ficcionalización, incluso en su propio nivel de relato.
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— ¿Cómo fue el estreno de "Kosice Hidroespacial" en la última edición del BAFICI junto a él?
— Fue muy especial esa función porque estábamos rodeados de amigos, familiares con mucha calidez a sala llena. Primero que nada se generó ese diálogo entre nosotros dos un poco en serio, otro poco en broma, y con el público. Su poesía es la base de todo su arte es lo que sustenta toda su propuesta y ese estreno fue muy curioso porque permitió que se encuentre con su hermano, Oreste Fallik, con el que estaba peleado. Todo derivó en que ellos dos terminen hablando en medio de todo el público.
— ¿Pero hablaban mientras proyectaban la película?
— No, bueno (se ríe) Kosice se dio la licencia de gritar "Mándensela al presidente", por la película. Fue realmente una celebración. Antes del estreno yo llegué a la conclusión de que iba a ser una fiesta y se lo comenté a él, entonces le dije nos vamos a tomar un whisky y entramos en ese ánimo los dos. Todos estaban muy emocionados yo ese día estaba calmado, me relajé. Ahora cuando salió el texto del Museo Nacional de Bellas Artes me dio un escalofrío al ver que la película se incluía como parte de su vida para hablar de su obra.
— Y ¿cómo surgió la propuesta de armar las funciones en el Centro Cultural San Martín con invitados en algunas de las proyecciones?
— Las funciones surgen a partir del PCI (Proyecto Cine Independiente) y con Juan Miceli ,en la organización, pensamos en que no fueran solo proyecciones sino también encuentros lúdicos que permitieran distintas posibilidades para la imaginación y en especial para abrir el diálogo. Por eso invitamos amigos, artistas, críticos de cine que se sumaron como exponentes de distintos espacios con una mirada muy propia en cada uno de los ámbitos.
El artista Juan Miceli se suma a la conversación: "Hay una idea de Kosice muy puntual la de fundar lugares para tener ganas, como estas ciudades hidroespaciales pero tampoco te dice ganas de qué. Entonces un poco la idea del ciclo es la de fundar esas ganas... ¿qué pasa si la obra la mira la hija?, ¿si la mira el propio director?, ¿si la mira el curador Jorge Zuzulich, o el organizador de la Bienal Kosice Tomás Oulton o el crítico cinematográfico Pablo Suárez?".
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En la película hay una escena donde la idea de "fundar lugares" está presente cuando Kosice es consultado por un niño sobre una de sus obras al preguntarle para qué sirve, entonces el artista le pregunta al pequeño si "le hace bien", cuando este señala que sí, Kosice plantea: “Bueno: la obra entonces está hecha para que vos te sientas bien”.
—Yo antes de las funciones en el BAFICI no sabía que era la película y después con la reacción del público pude entender qué era la misma. No quería que se redujera al nicho de las artes visuales o a hacer una película elitista. Quise darle una mirada poética abierta a un público que se pueda interesar no sólo en él como artista sino como persona que a los 90 años seguía luchando por sus ideas vanguardistas. Él todo el tiempo proponía espacios que tenían que ver con el reinventarse pero también con el desafío.
Saie termina la charla contando una anécdota sobre cómo fue hacer "Kosice Hidroespacial" y recuerda: "En un momento de la película ya más avanzados, un año y medio después, nos dimos cuenta que faltaban planos de la escultura del Faro de la cultura, en La Plata, entonces volvimos con el director de fotografía y nos encontramos con la mujer que habíamos visto la primera vez y ella nos dijo que la obra no estaba funcionando. No tenía agua entonces pudimos hacer tomas desde dentro de la fuente. Yo le pregunté si se podía apreciar de noche y nos dijo que no andaba. Por hache o por be terminamos haciendo tomas al atardecer y cuando nos estábamos por ir se enciende la escultura y empieza a andar la fuente con sus chorros de agua. Fue mágico. Y toda la experiencia tuvo como esos momentos de magia, no tengo otra forma de llamarlos, hicieron que la película fuera fluyendo".
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Serie de 16 proyecciones de la película Kosice Hidroespacial, durante el mes de noviembre, en el Centro Cultural General San Martin (CCGSM) por invitación de PCI Proyecto Cine Independiente.
Las mismas se realizarán de jueves a domingo en Sarmiento 1551 a las 20 hs.
De un total de 16 funciones, 8 incluirán encuentros con invitados especiales en diálogo con el director de la película y con el público. Serán personalidades vinculadas al mundo del arte, el cine y la ciencia como el curador Jorge Zuzulich, el organizador de la Bienal Kosice Tomás Oulton, el crítico cinematográfico Pablo Suárez y la coreógrafa e hija del artista, Vivian Luz, entre otros. La intención es generar una experiencia participativa entre el público, la película y la obra del vanguardista, tomando la mirada particular de cada invitado como disparador.
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