"La nostalgia feliz"; una repite ese título, ese oxímoron y hay un ruido que incomoda. Incluso avanzamos entre las páginas y pensamos "Dieciséis años sin Japón" podría verse mejor en la tapa de este relato editado por Anagrama y traducido al castellano por Sergi Pàmies.

Amélie Nothomb nos trae una continuidad con "Ni de Eva ni de Adán" (2007) en el camino autobiográfico que inició sobre su vida en Japón. Este texto es un encadenamiento que igual resulta independiente de la trama anterior. Juntas se potencian, separadas no se excluyen.

La autora y sus sensaciones son los personajes de este relato en el que narra como retorna a la tierra que la vio nacer después de casi dos décadas. Vuelve para filmar un documental sobre sus recuerdos de esos primeros años, su infancia, su Nana. Aunque también puede intuirse que vuelve a hacer las pases consigo misma luego de haber publicado una novela con su historia y la de su exnovio Rinri.

Nothomb, con pequeñas dosis de humor y muchas de reflexión ( y claro, debe haber algo de ficción) narra de manera simple su viaje a la tierra que la vio nacer. En ese recorrido hay una nostalgia pero entendida bajo la noción japonesa de natsukashii: "el momento en que el recuerdo hermoso regresa a la memoria y la llena de dulzura"; como nuestro recordar, del latín re cordis y que etimológicamente quiere decir "volver a pasar por el corazón".

Un relato que fluye siguiendo el ideal de tener algo atrapante que narrar; y además hacerlo con una escritura llena de imágenes impecables.

La nostalgia feliz, Amélie Nothomb

Anagrama, 2015

140 pp.