Macri repartió helados 'premium' en Malvinas y se hizo el distríado con Cariglino
El presidente estuvo de gira por el noroeste del conurbano, donde compartió helados de palito (y en cajita) con el ministro Francisco Cabrera. El que no ligó postre fue Jesús Cariglino. El exintendente massista devenido en macrista, intentó colarse en una foto con el mandatario.
Desde la semana pasada, el presidente Mauricio Macri produce apariciones en el conurbano de cara a las elecciones de medio término. Como parte de ese operativo para seducir al desencantado votante bonaerense, el jefe de Estado estuvo este jueves en el municipio de Malvinas Argentinas.
El evento, que fue muy cuidado, se produjo en la planta de Guapaletas, una heladería de corte palermitano que ofrece helado artesanal en formato 'palito' y que se entrega con simpáticas cajitas, para no manchar la ropa.
No hubo gritos de trabajadores que le reclamen por despidos, vecinos que cuestionen los tarifazos, ni el famoso cantito "vamos a volver". Todo fue sonrisas, al menos del lado que filmó la cámara.
Para cerrar el acto formal, Macri se subió a un food truck especialmente montado para la ocasión desde el que le entregó uno de los postres fríos al ministro de producción, Francisco Cabrera, quien lo acompañó en la recorrida.
El momento curioso llegaría más tarde y no fue tomado por la transmisión de Casa Rosada. En el fondo, distribuidos entre la gente, se encontraban dos personas bien antagónicas pero con las mismas intenciones políticas: ser candidatos en el municipio por Cambiemos en octubre.
Uno de ellos es el Alberto Czcernikoski, director de la juventud bonaerense. 'Albi', como prefiere que lo llamen, ya tuvo sus cinco minutos de fama en el verano, cuando partió a Punta del Este en un vuelo privado con Karina Jelinek. El acaudalado pretendiente de la modelo paladeó la foto como si se tratara de uno de los sabrosos helados de la firma donde se produjo el acto.
El otro, es un viejo conocido de Malvinas, se trata de Jesús Cariglino. Tras perder el distrito en 2015, el barón caído abandonó el Frente Renovador y fue a buscar refugio en la gestión de María Eugenia Vidal. El exintendente quiere lograr recuperar poder en el municipio, ahora de la mano del PRO.
Macri hizo la foto con Czernikoski, y hasta ahí todo venía según lo provisto. Sin embargo, quienes presenciaron el acto afirman que al presidente le cambió la cara cuando se acercó Cariglino, quien salió desde las sombras para lograr su propio retrato con Mauricio, pero este no le puse cara de buenos amigos. El exintendente se retiró en silencio y sin saludarse con el mandatario.
Si bien Cambiemos se alimenta del peronismo residual para gobernar la provincia, el jefe de Estado prefiere evitar que lo asocien a la 'vieja política'.
Antes de partir de la fábrica, Macri intercambió unas palabras con Leo Nardini, el intendente del Frente para la Victoria y vicepresidente del PJ local que juega habitualmente junto a los integrantes del grupo Fenix. Lo que hablaron no trascendió, aunque sí hubo fotos.