Un delincuente murió al ser linchado por un grupo de personas en la localidad bonaerense de Ciudad Evita, luego de intentar cometer una entradera en una vivienda cercana junto a un cómplice, que logró escapar.

En la casa, situada sobre la calle Jume al 200, en dicha localidad del partido de La Matanza, estaban una madre y su hija. Escucharon pasos en la escalera y luego vieron a dos delincuentes que habían forzado la puerta de entrada. Mientras ataban a la mamá, la joven salió al balcón de la habitación y comenzó a pedir auxilio a los gritos.

Uno de los ladrones comenzó a forcejear a la joven, para taparle la boca pero la víctima logró zafarse y continuó gritando desesperadamente y pidiendo ayuda. Los delincuentes se fueron de la vivienda y comenzaron a correr por la calle.

A unos 200 metros, en la esquina de El Tala y la Peperina se cruzaron con un grupo de personas, quienes venían de un Vía Crucis. Pararon a uno de los ladrones. Con los cordones de sus zapatillas le ataron las manos, mientras que el cómplice logró escapar.

Tres personas subieron encima de él para poder contenerlo, al tiempo que otros lo golpeaban, y finalmente murió. Tras un llamado al 911, efectivos del Comando Patrulla y de la comisaría 3ra. de Ciudad Evita acudieron al lugar y se encontraron el cuerpo del asaltante.

Intervino en la causa el fiscal Marcos Borghi, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona para intentar identificar a las personas que participaron del linchamiento.

El funcionario judicial esperaba los resultados de la autopsia para establecer los motivos de la muerte del hombre -quien aún no había sido identificado-, ya que los informes preliminares de los médicos forenses que estuvieron en el lugar del hecho indicaban que había signos de que la víctima falleció asfixiada.