Es que para ese día está prevista la caída a la Tierra del carguero espacial ruso Progress; el problema es que no se sabe ni se sabrá –sino hasta último momento– dónde se producirá la temida colisión.

Fuera de control apenas ingresó al espacio en su frustrado vuelo hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), la nave de varias toneladas caería en el océano, pero nadie puede asegurarlo.

La agencia oficial rusa RIA-Nóvosti informa que "incluso 24 horas antes, el lugar de la caída del carguero fuera de control sólo se podrá determinar con un gran margen de error".

Las predicciones del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, siglas en inglés) estiman –sin poder aseverarlo– que caería aguas del Pacífico, frentes las costas estadounidenses.

Sin embargo, la previsión para el viernes es andar con cuidado y mirar el cielo constantemente; más vale una tortícolis que una nave rusa en la mollera.