Cómo afecta tener muchos imanes en la heladera: ¿es solo estético o también cambia el funcionamiento?

Para los aficionados al delivery, es habitual colocar imanes de sus restaurantes favoritos en la heladera para tenerlos a mano al hacer un pedido. 

No obstante, esta acción aparentemente inofensiva podría causar problemas en los electrodomésticos y generar inconvenientes para sus dueños.

Qué impacto tiene tener muchos imanes en la heladera

Un estudio científico reveló que este problema es más común en electrodomésticos modernos, especialmente aquellos con funciones inteligentes y pantallas táctiles. 

Curiosamente, el campo magnético de los imanes puede afectar la sensibilidad del frigorífico, algo que no sucede con aparatos antiguos debido a sus características. Sin embargo, esto ocurre solo cuando hay una gran cantidad de imanes; si se usan pocos, los efectos negativos no serán tan significativos. 

Además, la calidad de los imanes también influye: si están hechos de acero inoxidable, aluminio, hierro o materiales ferromagnéticos, no es recomendable colocarlos en las heladeras.

Cómo afectan los imanes al funcionamiento de la heladera según los especialistas

Además de los problemas relacionados con la funcionalidad, los adornos pueden causar rayaduras y daños superficiales en la superficie de la heladera, lo que reduce la protección ofrecida por la garantía. 

Si los imanes ejercen demasiado peso sobre las puertas, podrían evitar que se cierren correctamente, lo que aumentaría el consumo de energía al intentar mantener la temperatura interna, elevando también los costos en la factura de electricidad.

El polvo y las partículas atrapadas entre los imanes y la superficie pueden afectar el acabado brillante de la heladera, dañando su estética y desmejorando la pintura. 

Si los imanes son de baja calidad, existe la posibilidad de que dejen manchas de óxido, especialmente en ambientes húmedos, lo que podría ser difícil de remover.