Pasión, amor, ira, desprecio, esperanza... Los especialistas y el común de los mortales saben que cada color e incluso cada gama de ese color representa algo. Incluso, los cultores de la colorterapia usan el efecto armonizador de los colores para tratar trastornos físicos, mentales y emocionales.

Tomemos, por caso, el rojo: sus significados van desde la pasión hasta la ira; el verde, atribuible a la esperanza; el blanco, que cualquiera puede asemejar a la pureza; o el amarillo, el despreciado color del periodismo falaz y escandaloso, del sindicalismo traidor, de la mentira...

En efecto, el amarillo es el color de la mentira, según estudios realizados por varias universidades y que reproduce la web especializada Colores.org.es.

La idea de mentira queda muy bien representada por este color, según los expertos en psicologia del color, como la psicóloga Eva Heller, quien basa sus estudios en miles de encuestas.

La citada web sostiene además que es el color de la ambigüedad, ya que puede ser asociado tanto a una gran inteligencia o con a una gran deficiencia mental.