El hecho se registró pasadas las 8 de la mañana en la intersección de Avenida Rivadavia y Avenida Entre Ríos, donde un taxi permaneció detenido a pesar de que el semáforo indicaba luz verde, generando un caos de tránsito en la zona.

Ante la denuncia de los vecinos, llegó la policía y notó que el conductor del taxi estaba adentro del vehículo, aparentemente dormido. A pesar de que golpearon con fuerza el vidrio y hasta sacudieron el auto, no consiguieron despertarlo.

Finalmente llegó el SAME para asistir al taxista pero el resultado fue que estaba en completo estado de ebriedad y por eso se había quedado dormido al volante.

Lo que finalmente fue un hecho anecdótico podría haber sido una tragedia.