El jet Supersonic Bomber Tu-22M3 intentó realizar un aterrizaje en la base militar rusa ubicada en la helada región de Murmansk y la poca visibilidad debido al mal clima provocó que la aeronave se partiera en dos y luego explotara cuando se encontraba a pocos centímetros de tocar el suelo. Tres de los cuatro tripulantes murieron en el accidente.

Según informaron desde el Ministerio de Defensa de Rusia, el jet participaba de un entrenamiento militar y no había ningún tipo de armamento a bordo. De todas maneras, un informe señala que había un misil, según informó el portal Daily Mail.

Si bien el accidente está siendo investigado, se cree que el piloto Alexey Guryev perdió el control de la aeronave debido a las pésimas condiciones del clima y la poca visibilidad. “Todas las posibilidades están siendo consideradas, incluyendo una falla mecánica”, dijo una fuente militar.

Un jet ruso se estrella en plena demostración

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