Vadim Makhorov y Vitali Raskalov se escondieron en la estructura del rascacielos hasta el anochecer, para luego poder escalarlo sin que nadie vigilara el intento de la hazaña.

La Shanghai Tower de 630 metros, es el segundo edificio más alto del mundo, luego del Burj Khalifa de Dubái con 830 metros.

La imágenes por encima de las nubes son impresionantes. Luego de subir por las escaleras durante más de dos horas las 120 plantas, iniciaron la escalada por la gigantesca grúa superior.

La aventura culminó con la llegada al punto más alto al que podían llegar por encima de las nubes.

"La seguridad había disminuido este día, los obreros tenían el día libre y las grúas estaban paradas", explicó en su blog Vitali Raskalov.