Sin corazón: Nacha Guevara hizo llorar al imitador de Sandro
La rutina de la noche señalaba quiénes serían las víctimas y los victimarios. El dolor televisado siempre garpa. Y si hay lágrimas, mejor. Miralo.
Entonces hoy, en el almacén o la oficina:
-¿Viste a Nacha anoche?
-¡Síii, que desalmada!
-Ah pero él...
Y el objetivo está cumplido.