Un grupo de soldados estadounidenses bien entrenados de Edgewood Arsenal Facility, en Maryland, formaron parte de un experimento que se llevó adelante con el apoyo del presidente Eisenhower, en 1958, donde fueron sometidos bajo los efectos del LSD - dietilamida de ácido lisérgico.

Un video que fue revelado recientemente muestra a los soldados recibiendo órdenes de su comandante antes y después de tomar una dosis del alucinógeno, con el objetivo de comprobar si las tropas enemigas pueden ser incapacitadas al rociarlas con la droga psicoactiva.

La experiencia no fue placentera para todos los voluntarios. Según cuenta el narrador, uno de los soldados debió abandonar el experimento tras sufrir una “depresión severa” causada por la droga.

Finalmente, el LSD terminó siendo un problema para ser utilizado en la guerra, teniendo en cuenta que no solo era muy caro, sino que puede ser muy inestable una vez que está en el aire.

Entre 1948 y 1975, el Cuerpo Químico del Ejército de Estados Unidos -US Army Chemical Corps- llevó a cabo una investigación clasificada con seres humanos en la base militar de Edgewood, con el propósito de evaluar el impacto de bajas dosis de químicos en personal militar para poner a prueba ciertos productos farmacéuticos, vacunas y hasta ropa protectora.

En total, más de 7.000 soldados participaron en estos experimentos en donde se involucraron más de 250 químicos diferentes, según informó el Departamento de Defensa. La investigación llevó al desarrollo del gas BZ, el cual se pensó como un arma pero que nunca fue utilizado en combate.

Después de varios informes gubernamentales oficiales y una gran cantidad de demandas civiles, las investigaciones cesaron a finales de 1975.

Si bien no es ningún secreto, las pruebas en Edgewood con LDS no fueron tan famosas como aquellas realizadas por la CIA –Agencia Central de Inteligencia-.