En el video se aprecia cómo dos policías gritan a las personas que van dentro de un coche, del que sale un anciano con las manos en alto.

Uno de los policías lo agarra por el brazo y le ordena que se tire al suelo. Segundos después, otro oficial le aplica 50.000 voltios de electricidad a través de su arma paralizante, a pesar de que el hombre tiene las manos levantadas y no está intentando resistirse. Inmediatamente después, el policía le pone las manos a la espalda.

Aún se desconocen los detalles del incidente. Sin embargo, la edad del hombre es preocupante ya que las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir un paro cardíaco si son atacadas con armas paralizantes.