Nació con una deformación, pero eso no la frenó y el día de su boda leyó una emotiva carta
Toda su vida creó que nadie iba a enamorarse de ella por su condición, pero todo cambió y el día más feliz de su vida dio un gran mensaje: "los finales felices son posibles".
Cody Hall nació con una enorme hemangioma en el lado izquierdo de su cara, condición que su familia creía que iba a vivir toda la vida con ello, pero no, luego de varios años visitando médicos y cirugías de por medio desde su primer año de vida, eso cambió.
El tratamiento que recibió de joven ha sido largo y costoso. Alrededor de 18 operaciones son a las que se sometió para intentar dejar atrás la incomprensión y los comentarios crueles que sufrió durante su infancia y adolescencia.
Hall habló sobre su adolescencia y lo que tuvo que pasar para llegar a ser hoy una persona feliz: "Cuando empecé el instituto todo el mundo me preguntaba y algunas personas se paraban en la calle a mirarme. Toda esa atención me hizo pasarlo muy mal".
Pero con paciencia y perseverancia, además de mucha confianza y ayuda de sus amigos y familiares, hace ocho años se sumó su actual marido. "Fue un día muy emocionante, lloré cuando vi a Lewis en el altar, pero fueron lágrimas de alegría", relató.
A pesar del sufrimiento, de las caídas y de por momentos querer bajar los brazos, Cody le hizo frente a todo ello y pudo superar el miedo y hoy ese mensaje es el que más llega. Y como ella dijo el día de su boda "los finales felices son posibles".