La estimulación sexual, más allá de la reproducción, no suele ser tan común en la naturaleza, y en especial entre los mamíferos (exceptuando, claro está, a los seres humanos y algunos primates). Pero parece que los osos no temen dar la nota en la práctica del sexo oral o el disfrute de la masturbación.


Investigadores de la Academia de Ciencias de Polonia presentan el caso de dos osos pardos machos que frecuentemente se practican felaciones entre sí aunque con roles bien determinados.  Los roles de los dos amantes se mantuvieron sin cambios durante todo el tiempo, con claros lugares de activo y pasivo.

Para algunos científicos, la felación o la masturbación en los animales podría ser producto de su cautiverio o por quedarse huérfanos desde una edad muy temprana, aunque en esa explicación "freudiana" también podría entrar a jugar la teoría del "puro placer".