Como un ángel de la guarda, este perro salchicha nunca se separó de su amigo felino que apenas puede alimentarse, y que no puede caminar.

Los veterinarios que los adoptaron aseguran no haber visto una unión semejante en sus vidas profesionales, y caracterizan esta historia como única.

"Ellos juegan juntos y comparten todo", explica una de las especialistas y agrega que "si bien necesitan mucha atención, la alegría que provocan vale la pena".