Ignacio Ocampo es actor, músico, productor de vídeos y un gran redactor de quejas y se hizo "famoso" luego de que se viralizara la carta que realizó a la empresa de productos alimenticios "Molinos", específicamente a su producto "fritolim", por lo divertida de sus quejas.

Tras este infortunio suceso, muchos nos empezamos a preguntar cómo comenzó o cómo llegó a realizar esta original carta de queja. Y descubrimos que no es la primera. Ni tampoco la última, ya que está realizando una contra una "reconocida marca de café".

Iti el hermoso, que es su pseudómino, comenzó en este camino allá por el 2013. "Sólo envío quejas reales por supuesto, pero evidentemente el infortunio es mi sombra ya que me vienen productos fallados cada mes". Comenta, casi como un lamento, Iti. 

Sobre la última queja por la cual comenzó a ser reconocido, comentó que es la tercera vez que se queja con Molinos. "La empresa me mandó una mísera bolsa de productos con dos 'fritolim' y unos fídeos". 

Pero Molinos no fue la única que sufrió sus originales quejas, también envió a: Pepsi, Prime, Don satur, La Serenísima, etc.

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"Una vez me llamó el gerente de un local de 'Wendys' para pedirme disculpas y decirme que le había leído mi reclamo a todos sus empleados para que se 'autoexijan' más", cuenta Ignacio, quien también a raíz de esta catarata de quejas, la editorial  Galería le pidió recopilarlas y hasta lanzó un libro "de quejas". 

http://librodequejas.tumblr.com/post/135655154582/carta-vs-wendys-estimada-empresa-wendys-les

Pero las anécdotas no terminan ahí: "Una señora de FelFort una vez me llamó y me reputeó, pensando que le tomaba el pelo con mi queja, ¡pero me había venido un medallón de chocolate lleno de gusanos y tenía la horripilante prueba! Al final me mandaron productos pero tuve que convencerlos de que era en serio. Fue traumático como el divorcio de mis padres", se lamenta. 

http://librodequejas.tumblr.com/post/135516173962/queja-contra-felfort-asunto-monstruosa-queja-por

Si bien realizar quejas es un derecho que tenemos todos los que consumimos algún producto, muy pocas veces se logra ver una cuestión tan cotidiana y a la vez tan original, que hasta nos saca una risa, o un dolor de panza, por esta razón. Ocampo cuenta que "a veces por hacer el reclamo de esta forma que me da gracia a mí, piensan que soy un loco y no me dan bola. Pero es que soy muy pasional, odio que me estafen", aclara. Y agrega: "Aunque sea algo hiper burocrático como un reclamo, si me aburre no lo hago".