Ocurrió en la provincia china de Hubei, donde un bombero se vio obligado a tirarse por la ventana de un edificio para salvar su vida, luego de verse envuelto en llamas. En un principio pide una manguera para intentar apagar el fuego, pero ya era demasiado tarde.

Afortunadamente nadie murió en el incendio, aunque el bombero resultó con graves quemaduras.