Salvo que la producción haya hablado con la propia Nancy Pazos o con el agresor denunciado, no hay forma de saber qué sucedió entre esas cuatro paredes. A menos que todo lo que contó Jonatan Viale haya sido fruto de una mente dispuesta a elucubrar.

Lo cierto es que Viale no ahorró frases, detalles y hasta coreografías de lo sucedido, aunque se cuidó mucho de hacerlo en potencial.

Esto recién se ha abierto y es probable que tenga mucho más por desarrollarse en los próximo días,