El golfista argentino Pato Cabrera fue arrestado en Río de Janeiro ya que desde agosto de 2020 pesaba sobre él un pedido de captura internacional por violencia de género hacia su expareja, Cecilia Torres Mana.

Lo último que se sabía sobre el paradero del golfista era que estaba en Estados Unidos participando del circuito senior de ese país a pesar del pedido de captura.

Cabrera no se estaba escondiendo ya que había dado entrevistas a medios internacionales y en octubre, incluso, se había sometido a una intervención en su muñeca izquierda.

Pero la policía federal de Brasil lo encontró en la zona de Leblon, al Sur de Río de Janeiro, y resolvió aprehenderlo, según informó O Globo.

Cabrera había arribado al país sudamericano el pasado 31 de diciembre, luego de haber permanecido con visa de turista en Illinois, Estados Unidos. El visado se le vencía el 31 de enero, por eso abandonó el suelo estadounidense. 

En su momento, cuando trascendió el pedido de captura internacional, Miguel Gavier, abogado del deportista, les dijo a los medios que “cuando pueda Cabrera volverá al país” y que no lo había hecho hasta el momento “porque no hay vuelos”. Su última publicación en su cuenta de Twitter se había dado el 25 de noviembre de 2020, por la muerte de Maradona. “¡Gracias al mas grande. Diego Armando, te vamos a extrañar!”, había escrito.

La última gran causa que implica al golfista tuvo su punto de inicio en diciembre de 2016 cuando, según la instrucción del expediente, su ex pareja, la policía Torres Mana, lo denunció por “maltratos y golpes de puño en la cara”. Carlos Nayi, asesor letrado de la denunciante, le había indicado a Télam en agosto que el golfista cordobés está a punto de enfrentar un proceso de enjuiciamiento ante la Cámara Segunda del Crimen en dos causas acumuladas por violencia de género en contra de su representada, una por “lesiones leves calificadas y amenazas”, del 2017, y otra por “lesiones leves calificadas y hurtos” del 2018.

Son tres las mujeres, todas ex parejas, que lo denunciaron. Silvia Rivadero, ex esposa y madre de sus dos hijos, tiene radicada en la fiscalía de Violencia Familiar de Córdoba una denuncia por amenazas mientras que su exnovia desde 2014 a 2016, Micaela Escudero, le inició otra causa en la misma fiscalía por amenazas y coacción donde dijo que el golfista la había zamarreado.