Italia ha introducido nuevas normativas que dificultan el proceso de adquisición de la ciudadanía italiana para numerosos argentinos. La principal novedad se encuentra en la Circular N°43347, que impone criterios más estrictos para quienes desean emigrar y acceder a la nacionalidad italiana por descendencia.

A partir de esta modificación, los argentinos con raíces italianas deben afrontar mayores exigencias, sobre todo si sus antepasados obtuvieron la nacionalidad argentina antes de que sus descendientes alcanzaran la mayoría de edad.

Cuál es el cambio clave que tiene la ciudadanía italiana para los argentinos que piensan emigrar

Anteriormente, cualquier persona nacida fuera de Italia con ascendencia italiana podía obtener automáticamente la ciudadanía según la Ley N°91/1992. Este procedimiento se basaba en el principio del ius sanguinis, que otorga la nacionalidad a los descendientes de ciudadanos italianos, independientemente del país donde hayan nacido.

Con la reforma, las condiciones han cambiado significativamente. Ahora, se exige que los ancestros italianos no hayan perdido su ciudadanía mediante la naturalización en otro país antes de que sus hijos alcancen la mayoría de edad. En caso de que el padre o la madre se haya nacionalizado argentino mientras el hijo aún era menor, este pierde el derecho automático a la nacionalidad italiana, aunque conserva la posibilidad de iniciar el trámite hasta cumplir los 22 años.

Quiénes pueden solicitar la ciudadanía italiana

Las personas con ascendencia italiana cuyo vínculo con la nacionalidad no se ha interrumpido por la naturalización de sus padres en Argentina aún pueden reclamar la ciudadanía italiana. Esto aplica especialmente para quienes tienen un antepasado italiano que nunca adoptó la nacionalidad argentina, preservando así la conexión con Italia.

Asimismo, aquellos cuyos padres se naturalizaron argentinos después de que los hijos alcanzaron la mayoría de edad también conservan el derecho a solicitar la ciudadanía italiana para sus descendientes. De este modo, si la naturalización ocurrió una vez que los hijos ya eran adultos, el derecho a la nacionalidad italiana permanece vigente.