El Consejo Nacional de Justicia de Brasil decidió castigar con dos años de suspensión pero con goce de sueldo, a la jueza que decidió mantener en una celda con 30 hombres a una menor de edad, quien fue violada y torturada durante 26 días.

Ocurrió en 2007, cuando la joven de 15 años, acusada de robar un celular fue enviada a una celda por 10 días, en los que sufrió todo tipo de vejaciones. En la segunda semana, la prisionera fue llevada a la sala de la jueza Clarice de Andrade, quien resolvió devolverla a la misma celda. La chica pudo salir cuando otro detenido confesó la situación frente al Consejo Tutelar.

Según los registros, el 7 noviembre de 2007, dos semanas después de la detención, la magistrada recibió un oficio en carácter de urgencia que solicitaba la transferencia de la adolescente, ya que corría riesgo de vida. Ella respondió al pedido 13 días después.

En ese período, la menor, fue "violada incontables veces" y los detenidos le apagaban cigarrillos en el cuerpo cuando intentaba dormir, según los reportes de la prensa . Por su parte, De Andrade afirmó que había delegado a un subordinado del juzgado la tarea de comunicar el traslado, lo cual fue desmentido por los funcionarios y comprobado como falso en las pericias realizadas en las computadoras locales.