Un médico de la policía encubrió la apropiación de Ignacio Guido
Se llama Julio Sacher, un ginecólogo y obstetra que integró la fuerza durante la última dictadura cívico-militar, y todavía ejerce profesionalmente en Olavarría. Falseó el acta de nacimiento en 1978. Su nombre figura en el documento apócrifo que le robó la identidad al nieto de Estela de Carlotto.
Guido Montoya Carlotto nació en cautiverio el 26 de mayo de 1978, y como se supo, sólo estuvo en brazos de su madre Laura apenas cinco horas. El terrorismo de Estado los separó para siempre en una maternidad clandestina y Laura, la hija de Estela de Carlotto, fue asesinada dos meses después.
Las investigaciones que se realizan para determinar que ocurrió desde entonces con Guido, y además para saber quién y cómo lo llevó de La Plata a Olavarría donde vivió durante 36 años bajo el nombre de Ignacio Hurban empiezan a arrojar algunos resultados.
Hay un personaje que aparece en esta historia y se sospecha que se trate de uno de los responsables de llevar adelante la apropiación del menor. Según informa el diario Tiempo Argentino en la edición de este domingo, "se trata de un médico de Olavarría, actualmente en actividad, que revistaba en la Policía Bonaerense durante la última dictadura cívico-militar y falseó la partida de nacimiento por la que Guido creyó ser hijo de Clemente y Juana Hurban hasta el 2 de junio pasado, cuando se enteró de que era adoptado".
Fuentes judiciales señalaron a ese periódico "que ese nombre clave es el del ginecólogo Julio Luis Alberto Sacher. El 2 de junio es una fecha paradigmática en la vida de Ignacio Guido Montoya Carlotto. Era el día que festejaba su falso cumpleaños. Un 2 de junio, pero de 1978, es la fecha que acreditó Julio Sacher al avalar un nacimiento que para ese día todavía no se había producido y sellar el destino de este bebé por los siguientes 36 años".
La maniobra fue tan desprolija que, según fuentes judiciales, no existiría certificado de parto o constatación de parto, un documento que exige la normativa. Allí debe inscribirse el nombre del hospital donde nació el bebé con un sello de ese centro de salud; a qué hora nació; y debe tener la firma y datos del médico que realizó el parto. Existe la posibilidad de que nunca se haya hecho ese certificado en el caso de Guido o que las fuerzas armadas o de seguridad intervinientes lo hayan hecho desaparecer.
El documento que sobrevivió casi cuatro décadas, bien guardado, fue el acta de nacimiento fraguada. Allí figuraría el nombre del niño, la firma de la delegada o delegado del registro civil (intervenido durante la última dictadura) y la firma de los padres. Del médico sólo figura su nombre: “Sacher, Julio Luis A”. No plasmó su firma ni su DNI ni su número de matrícula.
Sacher, entonces integrante de la Policía Bonaerense, sabía que estaba cometiendo un delito. Y muy grave. Quienes intentaron comunicarse con él estos días no pudieron hacerlo, ya que su consultorio permaneció cerrado en las últimas horas.
El presente policíaco de Sacher al momento de suscribir la partida apócrifa alimenta la hipótesis que hace hincapié en el rol que pudo haber jugado en este caso el difunto coronel de caballería Filiberto Francisco Salcerini Soffredini, asesor y mano derecha de Ramón Camps, titular de las policías Bonaerense y Federal durante la última dictadura militar.
Salcerini Soffredini, tal como se supo la semana pasada, estaba casado con Raquel Fassina, prima política de Carlos Francisco "Pancho" Aguilar, principal sospechado de entregar a Guido a la familia Hurban. Aguilar es sindicado por los investigadores como "el último eslabón· en la entrega del bebé robado, tal como se desprende de una denuncia radicada en abuelas hace cuatro años.