Un hombre mató a dos personas y los vecinos incendiaron su casa
El hecho ocurrió en el barrio Centenario de Plaza Huincul. Los vecinos saquearon la casa del presunto agresor y la prendieron fuego.
Una tarde de furia terminó con dos hombres muertos y uno en grave estado, que fue derivado a Neuquén. El hecho ocurrió ayer en plena siesta, en la calle Miralles del barrio Centenario de Plaza Huincul. La policía logró demorar al presunto autor cuando caminaba a varias cuadras del lugar con una escopeta en la mano. Hubo otras dos personas demoradas. Además, la casa del presunto homicida fue incendiada tras los disturbios que se produjeron antes y después de que se retiraran los cuerpos.
Las dos víctimas fatales fueron identificadas como Pablo Soto y Arturo Sánchez, mientras que el herido es un hombre de apellido Prono, de 34 años.
El violento episodio se desencadenó en una casa, tipo departamento, de la calle Miralles al 300, casi 1° de Mayo, en el barrio Centenario, ayer por la tarde, alrededor de las 14.
En el interior de la pequeña vivienda, se encontraban los dos fallecidos y el herido. Al parecer, de manera intempestiva, arribó el agresor y comenzó con la escopeta a efectuar, al menos seis disparos.
Las víctimas fatales tenían impactos en la cabeza y el pecho. El herido también está lesionado en la cabeza, sin embargo habían logrado estabilizarlo y ayer había sido derivado a Neuquén.
Una vez que concretó el ataque, el hombre, que vive cruzando la calle (en la esquina de 1° de Mayo y Miralles) huyó del lugar. No se descarta que se haya tratado de un supuesto ajuste de cuentas.
Según explicaron fuentes cercanas a la investigación, los involucrados son personas que mantienen un antagonismo desde hace tiempo atrás,
Alertada la policía de lo que había ocurrido, arribó al sitio y con los primeros datos inició la búsqueda del presunto autor.
En la avenida Castagnous y cerca de corralón municipal en el barrio Otaño, se dio con un hombre que caminaba y portaba una escopeta. Fue rápidamente demorado y se le secuestró el arma de fuego.
La fiscal del caso Marisa Czajka llegó al lugar junto a los jefes policiales, el personal de Criminalística y de la Brigada de Investigaciones.
Mientras se hacían los peritajes iniciales comenzaron a generarse los primeros disturbios. Es que la llegada de los familiares y amigos de las víctimas al conocer la fatal noticia, provocó llantos, gritos y hasta destrozos en la casa de quien se suponía había perpetrado los homicidios.
La puerta de entrada fue abierta a patadas y se intentó incendiar el lugar. En ese momento, la policía lanzó algunos cartuchos antitumultos y demoró a dos hombres.
Los vecinos seguían desde las inmediaciones lo que ocurría.
El segundo disturbio fue cuando, terminadas las pericias, se retiraron los cuerpos. Otra vez, la emprendieron contra la vivienda para incendiarla y allí el fuego fue mayor y un local lindero empezó a ser afectado.