El cronista necesitaba testimonios de la gente sobre si estaba o no de acuerdo con recortar la Cultura a raíz del cierre del mítico cine Gaumont.

Se acercó amablemente a un hombre que parecía estar esperando un colectivo y le preguntó: “Buen día, caballero, ¿cómo le va?, lo molesto un segundo”… y lanzó la pregunta.

El hombre primero se alejó algo ofuscado diciendo qe mejor no le contestaba nada y segundos después estalló y volvió para golpear tanto al cronista como al camarógrafo que por suerte no resultaron heridos.

El hombre se quedó un rato más rondando por el lugar con ganas de más violencia y a pesar de los pedidos de Mariela Fernández de cortar el móvil para no mostrar al violento, el director prefirió quedarse ahí.

Mas allá de que por suerte esto no fue más que una anécdota, lo que deja en claro es que la gente está a punto del estallido.