Tinelli convirtió una causa por violencia de género en show mediático
Como un show mediático más, el conductor se burló al aire de la Orden de Restricción que tiene Federico Bal respecto a Barbie Vélez por violencia machista.
"¿Qué es eso qué paso ayer en la tele? ¿Armaron un show de la Perimetral con brillos y rating? Hay mujeres que duermen aferradas a ese papel", dijo la periodista Marcela Ojeda por Twitter. Ahí me enteré de lo que había pasado la noche anterior en el programa de Marcelo Tinelli.
Lo sucedido entre Barbie Vélez y Federico Bal es de conocimiento público, en el medio de una relación enfermiza y repleta de celos y reclamos, él le pegó. Varias veces. Luego de algunos momentos de violencia, la pareja se disolvió y Bal tiene una restricción perimetral, no se puede acercar a ella por orden judicial.
Cuando sucedió el conflicto, ella, que estaba trabajando en el programa de Marcelo Tinelli, decidió renunciar y no bailar más. Eso generó dimes y diretes, así como toda la secuencia de violencia de género sufrida y mediatizada, que seguro está mintiendo, que qué querés si ella está re loca, que qué amor él, no le creo, que mirá los padres que tienen, es obvio que van a terminar así, que seguro ella algo hizo, que la relación era violenta en sí. Todas esas cosas se leyeron y se escucharon en los medios de comunicación sobre un tema tan delicado como disparador de debates: la violencia machista.
Soy de las que piensan que si el mensaje se magnifica y masifica, la superficialidad lo vale. Vale que la violencia de género esté presente en sectores en los que jamás se oyó hablar de eso, en programas como en el de Rial, programas que mira la señora mientras amasa, las mujeres deprimidas, internadas en sus casas, mientras planchan, lavan. Mujeres que se pidieron el día o que son flamantes madre y que jamás se preguntaron si en realidad, por ahí, la culpa no fue por no tener la comida lista o por mandarse mensajes con un amigo, que capaz no está bueno que esté encerrada hasta que él vuelva. Que quizás ella es una víctima y no una provocadora.
Pero esto es otra cosa. Esto no es que se hable del tema, que se pronuncie, se vote, se debata. Es burlarse. Jugar en la televisión con una orden judicial difícil, que a miles de mujeres les cuesta mucho conseguir, que las mantiene con vida y lejos de sus posibles asesinos.
El año que viene Tinelli deja de hacer televisión, ¿escuchan eso? Soy yo aplaudiendo.