Ocurrió en Atlanta, Estados Unidos, donde Jessica Arrendale, de 33 años, y su pareja Antoine Davis, de 30, salieron la noche del 13 de septiembre cuando el joven, un exinfante de la Marina, tomó de más y se puso agresivo.


Al llegar a su casa, Davis comenzó a insultar y agredir a Arrendale y la persiguió por las tres plantas de su casa, mientras ella cargaba en sus brazos a su beba de seis meses tratando de escapar.


De todas maneras, ella logró encerrarse con la niña en el baño y trabar la cerradura, antes de que David rompiera la puerta y le disparara en la cabeza con un rifle de asalto.


En una extraña maniobra, Arrendale logró darse vuelta y meter a la bebé en el inodoro, para después cubrirla con su cuerpo.


"Ella es una heroína; utilizó su último aliento para salvar a su bebé", dijo la abuela de la criatura, quien aseguró que David habría matado a la niña de haberla visto, ya que después de asesinar a Arrendale, corrió a la habitación de la bebé y se suicidó.


La bebé estuvo dentro del inodoro alrededor de 13 horas, hasta que llegó la policía al lugar de los hechos. Después de eso, fue atendida por los médicos por una hipotermia y por un fuerte traumatismo en la cabeza, posiblemente como consecuencia de un golpe.