A la noche se suelen ver los comportamientos más inesperados. Personas que pierden sus límites, ayudados por el alcohol y las drogas, terminan protagonizando accidentes fatales o escenas vergonzosas.

En Campana no hubo víctimas que lamentar de casualidad, cuando un hombre atacó a un bar, enojado porque lo acababan de echar.

Después de meter su vehículo dentro del bar, retrocedió y chocó a los autos que estaban estacionados. Luego se dio a la fuga y todavía permanece prófugo.