Recorrida por los corsos porteños tras el segundo fin de semana de carnaval
Diario Registrado paseó por distintos escenarios durante las primeras cuatro noches de carnaval. Las murgas más antiguas y las nuevas, los corsos oficiales y los autogestivos ¿Cuánto vale la espuma? ¿De qué hablan las murgas? Se vienen los feriados, empezá a vivirlos.
¿Cuánto está la espuma?, preguntó una madre sorprendida en el puesto improvisado de la esquina de Artigas y Mosconi, en el corso de Villa Urquiza. 25 pesos señora, le contestaron. El cronista lo recuerda porque su hijo se gastó tres en un rato esa noche, así que haga la cuenta.
Y otro tanto en un par de hamburguesas y choris -a $20 cada uno-, pero qué va. Carnaval se vive de adentro o de afuera sólo una vez al año. Ver la cara de la gente o ver la cara del murguero, reír, cantar, transpirar. Esa es la cuestión de la fiesta, de este y de aquel lado de la murga.
Ya pasó el segundo fin de semana de carnaval, ese divertimento popular, con entrada libre y gratuita. Las primeras noches de sábado y domingo de febrero fueron inmejorables para el mundo murga, por clima y por ese farol llamado luna que acompañó cada actuación.
La fiesta que espera el murguero todo el año. El mes donde vive con el traje puesto cada fin de semana, bailando, agitando, saltando. De asado en asado, del micro al asfalto, de raje al baño y otra vez al micro, y de nuevo en otro corso.
La familia lo pasa en la vereda. El vecino tiene una opción para llevar a los chicos a correr un poco por la calle, a mostrarle que no es tan peligrosa como cuando pasan autos. A disfrutar de la calle cortada y la música, el desfile y los trajes. La murga va por los barrios a mostrarle lo suyo al vecino, eso es carnaval.
Pasó el segundo fin de semana de carnaval y puede destacarse el cuplé Decisiones -sobre este año electoral-, de La Gloriosa de Boedo. La innovación del talco en los platillos de los bombos de Atrevidos por Costumbre, para dar la sensación de humo.
Pasó el corso autogestivo de Cosa e' Mandinga, en Morón. Aún queda el eco en la calle Balcarce el cántico despedida histórica de esta murguita de 13 años: "Vamo' a bailar, con la Cosa e' Mandinga, te va a gustar...". Pasó el corso de Quiero Vale Murga, de Gaona al 4600 -la murga del Corralón, bello espacio cultural-, y sus colores y humores.
Los Incoscientes de Almagro presentaron canciones nuevas en el tablado de Saavedra, ahí en Balbín y General Paz. Bien custodiados por la estatua del 'Polaco' Goyeneche. Ahí donde Los Reyes del Movimiento (de Saavedra), festejaron sus 30 carnavales consecutivos.
Los Viciosos de Almagro y los Mimosos de La Paternal, son otras de las murgas que este carnaval celebran más de tres décadas cantándole a Rey Momo. Puede vérselas en los más de veinte escenarios de la ciudad: aquí está la guía completa de todos los tablados oficiales de carnaval.
A quien todavía sigue mirando de costado el ruido de los bombos y no se anima a acercarse, sólo o con la familia, este cronista recomienda el corso autogestivo -por fuera del oficial, sin vallas-, de Mala Yunta. Son tres días desde el sábado, ahí en la plaza Banderín de Floresta, a pocas cuadras de la cancha de All Boys.
El corso autogestivo es más romántico. Derriba las barreras entre público y murga. Es más participativo. El escenario termina donde empieza la gente, entonces siempre parece colmado el tablado. No hay juradao que evalúe, no hay exigencias de tiempo y espacio.
Este sábado 14, también habrá corso en la mutual Homero Manzi, de Boedo. En Agronomía, desde las 15 ya, cortaran la calle en Quiros entre Avalos y Baunes, donde se puede ir con el balde y la bombita ¡Y festejar el carnaval con agua, como los de antes! Esté atento a los anuncios, no puede quedarse en casa martes y miércoles de carnaval, Momo no se lo perdonará.
Aún retumba en los oídos y los ojos, la percusión de Los Amantes de la Boca, despidiéndose del corso de Boedo, en la primera noche de carnaval.
El próximo fin de semana tenés la chance de acercarte con amigos, sólo o con la familia, hasta alguna de esas esquinas donde hay fiesta. Hay un mundo allí, del otro lado del mundo que se ve a través del parabrisas, que tiene mucho más que ver con uno.
Es la calle, cordón y vereda. Todo cortado, una murga que viene a lo lejos y un barrio atestado de gente, que espera por ese conjuro. Fiesta de negros bah... Sí, y está buenísima.