Rafecas procesó a José López por enriquecimiento y le trabó un embargo por 200 millones
El juez Daniel Rafecas hizo lugar al pedido del fiscal Federico Delgado y procesó al exsecretario de Obras Públicas, José López, por enriquecimiento ilícito además de trabarle un embargo sobre sus bienes por 200 millones de pesos mientras se investiga el origen del dinero que le fuera secuestrado al momento de su detención.
La medida la dictó el juez Rafecas contra el ex funcionario que fue detenido cuando intentaba ocultar casi 9 millones de pesos en un convento de General Rodríguez.
El ex secretario de Obras Públicas José López fue procesado este jueves por el juez Daniel Rafecas en la causa por "enriquecimiento ilícito" y se le trabó un embargo de sus bienes por 200 millones de pesos.
El magistrado, no obstante, mantuvo la competencia, es decir se quedó con la causa pese a un pedido del fiscal Federico Delgado para que le remitiera el expediente a su colega Julián Ercolini.
El magistrado ordenó que se investigue en paralelo a López por los supuestos delitos de corrupción en la megacausa por asociación ilícita que llevan adelante el juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita, pero defendió la autonomía de su causa por enriquecimiento ilícito.
Ayer el fiscal Federico Delgado había pedido que se anexaran ambas investigaciones. Ahora el juez consideró que la causa por enriquecimiento ilícito seguirá tramitando en su juzgado "con vistas a una pronta condena y recuperación para el Estado del dinero mal habido", indicaron fuentes judiciales.
Además la justicia consideró que López debe continuar preso porque cuando fue detenido estaba intentando esconder prueba de un delito y que por lo tanto en libertad, puede entorpecer la investigación.
Para la justicia el ex funcionario no explicó la diferencia que existe entre los datos que se desprenden de sus declaraciones juradas patrimoniales presentadas mientras se desempeñó como Secretario de Obras Públicas de la Nación, con respecto al dinero que le secuestraron cuando pretendía esconderlo en un convento en General Rodríguez.