Publican documentos secretos sobre una joven extranjera desaparecida
Los archivos, que pueden ahora revisarse en la página web de la Cancillería, incluyen informes, notas, cartas, telegramas, resúmenes y reseñas. Las autoridades suecas señalaron la vinculación directa de la Armada argentina, específicamente del ex teniente Alfredo Astiz, con la desaparición de la joven que tenía 17 años.
La Cancillería argentina decidió hacer públicos los documentos secretos relacionados con el secuestro y la desaparición de la ciudadana sueca Dagmar Hagelin, cometidos en 1977, durante la última dictadura cívico-militar.
Los documentos, que fueron publicados en la página web del Ministerio, están agrupados en dos expedientes iniciados en la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, en el año 1978.
El primero contiene 114 fojas con 11 documentos secretos y el segundo incluye 30 fojas con 2 documentos secretos.
Allí se detalla un resumen de comunicaciones con las acciones emprendidas por el gobierno del Reino de Suecia y por Ragnar Hagelin, padre de la víctima, para salvar la vida de su hija.
Los expedientes incluyen informes, notas, cartas, telegramas, resúmenes y reseñas, en las que intervienen los presidentes, los cancilleres, jueces y el propio comandante en Jefe de la Armada en 1983.
El caso de Dagmar, la sueca de 17 años
Al día siguiente del secuestro de su hija, el 28 de enero 1977, Ragnar Hagelin realizó una denuncia por desaparición en la Embajada de Suecia en la Argentina.
El entonces embajador Thyberg inició una comunicación con el entonces embajador argentino en Estocolmo, Boatti Ossorio, solicitando el trato urgente del caso.
El 3 de mayo de 1977, el ex primer ministro sueco, Thorbjëra Fülldin, envió un telegrama a Videla instando a que se mantenga la investigación para hallar a Dagmar Hagelin.
La Junta Militar alegó desconocimiento del caso y desestimó los testimonios de quienes presenciaron el secuestro.
Las autoridades suecas consideraron que esas respuestas eran inaceptables y señalaron la vinculación directa de la Armada argentina, específicamente del ex teniente Alfredo Astiz, en el secuestro y desaparición de Dagmar Hagelin.
La testigo clave
"Le decían la 'suequita'. Tuve un diálogo muy breve con ella, tenía una venda en la cabeza, sería febrero o marzo de 1977", contó Mercedes "Lucy" Carazo en 1998, sobre su encuentro en la Escuela de Mecánica de la Armada con la joven sueca desaparecida Dagmar Hagelin.
A mediados de 1996 "Lucy" realizó declaraciones a la televisión sueca, en las que afirmaba haber visto viva a Dagmar durante su detención en la ESMA. Como consecuencia de aquel material periodístico, en junio de ese año, la Cámara Federal reabrió el caso de la joven sueca e incorporó ese video como prueba.
"Tuve conocimiento de su detención, la versión entre los detenidos es que había sido herida al intentar ingresar en una casa previamente allanada y que había sido confundida con Berger que era a quien estaban esperando. En una oportunidad fui llevada a la habitación en donde alojaban a las embarazadas para ver a la 'suequita'. Ellos suponían que la conocía, pero esto no era verdad. Llevaba algo como una venda o un pañuelo en la cabeza, creo que estaba parada. No recuerdo haberle visto marcas de golpes o de torturas. En esos momentos se rumoreaba que debido a su estado de salud no querían mantenerla con vida, pese a nuestros esfuerzos con los oficiales. Nunca más la vi", declaró Carazo.
La película
Se trata del primer film estrenado en la Argentina de Carlos Lemos, director argentino radicado en Suecia, que introduce un caso que hoy retoma actualidad.
Un periodista sueco llega a la Argentina haciéndose pasar por empresario para contactarse con el padre de Dagmar Hagelin, una joven nórdica desaparecida en este país. Mientras es perseguido por grupos de tareas paramilitares, el periodista busca documentos sobre el secuestro y la desaparición de personas.