Con tutoriales que resultan escalofriantes ante la posibilidad de enseñarle a una futura madre como matar al feto en la panza sin ser acusada, ya que en Chile el aborto accidental no está penado, la ONG Corporaciones Miles lanzó una campaña que causó conmoción.

"En Chile, un aborto accidental es el único aborto que no es delito", es su lema mientras el hastagh #LEYabortoTERAPÉUTICO crece en Twitter y redes sociales tratando de generar conciencia mientras los legisladores chilenos discuten la legalidad del aborto.

El proyecto de interrupción del embarazo con fines terapéuticos fue impulsado por Michelle Bachelet. El texto se debate en la Comisión de Salud de la Cámara de los Diputados, desde donde deberá pasar a la Comisión Constitucional y de allí,  al Senado aunque son numerosas las voces que se oponen incluso a su mera discusión.

La opinión pública chilena indica que el 71% de los chilenos está a favor de la despenalización del aborto aunque hasta el momento las leyes no se hacen eco de ese pedido.

Tirarse por una escalera:

Proyecto de aborto terapéutico

El proyecto de ley enviado al Congreso por Bachelet plantea la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación bajo tres causales: violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la madre.

En el caso de menores de 14 años, el texto contempla el plazo para llevar a cabo el tratamiento a las 18 semanas de gestación. Además se establece que en los casos específicos en que la mujer sea incapaz de tomar la decisión de someterse a un aborto terapéutico o cuando sea menor de 14 años se deberá "actuar con autorización de su representante legal".

"Se trata de una situación difícil que debemos enfrentar como país maduro. Amamos la vida y nadie quisiera interrumpirla y menos que nadie una madre. Pero cuando está en riesgo su vida, o la vida que se gesta es inviable o fruto de la violencia sexual se ponen en tensión los principios éticos, derechos y criterios de humanidad que están en juego", argumentó Bachelet.

Cruzar un semáforo en amarillo:

Según datos del Ministerio de Salud chileno, anualmente 16.510 mujeres son hospitalizadas con embarazos de menos de 22 semanas de gestación, que representan un riesgo para su vida.  Además, la tasa de muerte por malformaciones fetales incompatibles con la vida es de 500 casos al año.

En Chile se preveía el aborto terapéutico, cuando aún era ilegal en buena parte del continente. Su legalización data de 1931, durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, sin embargo, en 1989, en el último año de la dictadura de Augusto Pinochet, la presión de los sectores eclesiásticos lograron anular el aborto terapéutico mediante la derogación del artículo 119 del Código Sanitario.