Periodista alemán denunció robo y torturas por parte de la policía por sacar una foto en Vaca Muerta
El foto-periodista Stefan Borghardt aseguró sufrir golpes entre varios oficiales, amenazas con un destornillador eléctrico y una navaja, y el robo de equipos, luego de ser detenido por retratar un basurero petrolero en la empresa Treater Neuquén SA.
Un foto-periodista alemán denunció que fue detenido por policías argentinos y sufrió apremios ilegales, robo de cámaras y hasta torturas, por haber sacado una foto en Vaca Muerta.
Se trata de Stefan Borghardt, quien viajó a la Argentina el pasado noviembre para cubrir el G20 y la fallida final entre River y Boca en el Monumental, e iba a realizar un documental sobre la explotación de hidrocarburos en Vaca Muerta, donde terminó sufriendo un verdadero calvario.
Según publicó el portal Rionegro.com.ar, Borghardt fue detenido cuando retrataba un basurero petrolero en la empresa Treater Neuquén SA. De acuerdo con su relato, lo golpearon, lo amenazaron con un destornillador eléctrico y una navaja, le robaron equipos y le pegaron entre siete oficiales que decían “odiar a los alemanes”.
"Cuando llegamos a la comisaría (10 de Añelo, localidad cabecera de Vaca Muerta), entramos por la entrada trasera, me llevaron hasta la barra de atención y me quitaron las esposas. Me hicieron dejar todas mis pertenencias arriba de la barra y revisaron mis bolsillos y la mochila. Todavía ahí me negaron usar mi teléfono. Mientras la mujer policía labraba el acta de mis pertenencias, escrita a mano en un cuaderno, un oficial que parecía ser un superior me hacía más preguntas y me decía, haciendo gestos con un destornillador eléctrico en la mano, que ya se iban a enterar de la verdad", detalló el periodista alemán.
En el mismo sentido, Borghardt agregó: "Llegamos al calabozo y yo me encontré rodeado por unos cinco a siete oficiales, no me acuerdo bien, fue todo muy turbio y atemorizante para mí. Varios (al menos tres) me pegaron, me patearon y me insultaron. Un policía que me maltrataba con una escoba desde lejos, me dijo que él odiaba a los alemanes, a todos los alemanes. Yo durante todo ese proceso tenía las manos levantadas y pedía que no me lastimaran. Me dijeron que si me decían que firmara, tenía que firmar, y que no funcionaban las cosas como yo me las imaginaba. Después tuve que quitarme los cordones de los zapatos y un policía me dijo que me apurara porque sino me ayudaba él, y sacó una navaja del bolsillo”.
La denuncia completa: