Palabra de abuela: "Quedé cortada. Cuarenta años de espera y llegó el momento"
La abuela de la nieta recuperada número 126 expresó su alegría y gozo por la recuperación de la identidad de su nieta.
Blanca Díaz de Garnier, expresó su "alegría y gozo" tras conocer la noticia de la restitución de la identidad de su nieta, a quien buscó desde la desaparición de su hijo en febrero de 1977 y de su nuera, dos meses antes.
"No cabemos en nuestra persona de alegría y gozo", confesó la abuela de la nieta restituída número 126, quien era presentada este mediodía en la casa de Abuelas de Plaza de Mayo en conferencia de prensa.
En diálogo con radio 10, la abuela, de 86 años, indicó que vive en la ciudad de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, y que si bien aún no tuvo contacto directo con su nieta, una de sus hijas estará en Buenos Aires para comenzar a reconstruir el lazo familiar interrumpido durante 40 años.
La nieta recuperada es hija de Edgardo Garnier y de Violeta Graciela Ortonali, quien fue secuestrada embarazada a fines de 1976.
Garnier contó que su hijo partió desde Entre Ríos a los 16 años y conoció a quien fue su pareja cuando cursaba sus estudios en la ciudad de La Plata.
"Estuve comunicada con ellos hasta los últimos días, inclusive les había preparado todo un ajuar para la nieta o el nieto por venir, pero desapareció todo", dijo sin dar detalles del momento en que la pareja fue secuestrada.
Ayer por la tarde, Garnier recibió el llamado telefónico de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien le confirmó el hallazgo de su nieta.
"Quedé cortada. Cuarenta años de espera y llegó el momento", describió Garnier que confesó que "cada vez que aparecía un nieto decía: 'a mí nunca me toca'".