Desde el Ministerio de Educación provincial le impusieron una multa de más de 100 mil pesos al colegio Santa María después de que trascendiera un caso de homofobia por parte de los directos hacia un alumno de 16 años, Santiago Coraita.

La cartera educativa de Salta emitió una notificación donde se “deja establecido que el colegio ha incurrido en un acto de discriminación”, por lo que definieron una sanción económica equivalente a diez veces el arancel que pagan los alumnos, que ronda los 10 mil pesos, según detalló eltribuno.com

Según relató la familia del adolescente, Santiago fue obligado a mantener una reunión el 28 de septiembre con las autoridades del colegio por la incomodidad que suponía el uso de una pulsera con los colores que simbolizan la lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ. 

Ese día el joven se sintió intimidado a través de cuestionamientos a su vida personal. Cuando comentó entre sus compañeros lo que había sucedido, fueron varios los que se solidarizaron y repudiaron al colegio en las redes sociales, lo que derivó en cuatro estudiantes con 14 amonestaciones. Como si fuera poco, les adelantaron que el próximo año no serían aceptadas sus matrículas al aplicar el "derecho de admisión".

La sanción también prevé que la institución educativa deberá implementar “un programa de capacitación en derechos humanos con especial énfasis en el principio de igualdad y no discriminación dirigido a directores, personal jerárquico, tutores y docentes, cuya ejecución deberá ser supervisada por la Dirección General de Educación Privada”. 

Jorge Coraita, padre de Santiago, se quejó de que a diferencia de lo que ocurre con cualquier tema a resolver, en el caso de Santiago no se molestaron en hablar con su familia y decidieron "abordarlo directamente" sin compañía de un tutor adulto.

La familia de la víctima también reveló que desde le colegio intentaron ocultar la verdad al negociar ante el Inadi que retirarían la sanción y admitirían a los chicos para el año que viene, pero la mediación no resultó ya que consideraron que el instituto seguía sin admitir el papelón.