Mafalda cumple 50 años
El personaje de una pequeña niña y sus agudas e irónicas reflexiones sobre la política y la realidad social representó una época de resistencia a la injusticia.
Su discurso, que también reflejaba los vaivenes de un mundo que ya avizoraba su autodestrucción, muy bien reflejado en el cómic, acompañado de otros personajes singulares y paradigmáticos vinculado directamente con la época en que surgió y que aún no ha perdido vigencia.
En 1962 la marca de electrodomésticos Manfield buscaba promocionar sus productos. La agencia de publicidad pidió a su joven dibujante Joaquín Lavado que ideara una familia típica de clase media cuyo personaje destacado tuviera un nombre que comenzara con la letra “M”. Lavado se acordó que en la novela “Dar la Cara”, de David Viñas, se hablaba de una niña llamada Mafalda. “En la vida real yo nací el 15 de marzo de 1962”, dijo ella misma en una carta de presentación de 1968. Medio siglo ya desde que Joaquín Salvador Lavado (Quino) configuró a esta niña de expresiones agudas. Sin embargo, la campaña publicitaria no se llevó a cabo y Mafalda quedó archivada.
Pero Julián Delgado, jefe de redacción del semanario Primera Plana, animó a Quino a publicar una tira con su personaje. Es así que el martes 29 de septiembre de 1964 salió el primer episodio de Mafalda. Luego, la tira pasó al matutino El Mundo, ya con una periodicidad diaria, por lo que su creador se vio obligado a aumentar la familia y crear nuevos personajes. Aparecen el soñador Felipe, el despistado Miguelito; el materialista y comerciante Manolito; la conservadora Susanita; la militante revolucionaria Libertad y el entrometido y simpático Guille, el hermanito de Mafalda; los padres de la niña conformaban una típica pareja de la clase media urbana, con su bagaje de ilusiones y frustraciones a cuestas.
¿Qué diría hoy está niña de este mundo?