La lluvia, aclamada por muchos, se hizo presente luego de una intensa ola de calor con temperaturas que superaron los 35 grados. Luego, bajó seis grados y calmó la tarde porteña.

El Servicio Meteorológico Nacional ya había informado la existencia de chaparrones y tormentas aisladas, aunque informaron que las altas temperaturas se mantendrán.

“Para el jueves se prevé una mínima de 20 y una máxima de 31 grados, por lo que las condiciones ya no estarían dadas para que continúe el alerta naranja”, explicó Gómez, quien recordó que para que este alerta se sostenga “las temperaturas máximas deben ser mayores o iguales a 32 grados y las mínimas mayores o iguales a 20”, informaron desde el organismo meteorológico.

La difusora refirió que estas temperaturas “son normales para la época” y recordó que pare el trimestre que comprende diciembre, enero y febrero se prevén temperaturas que oscilen entre lo normal y levemente superior a lo normal, “con máximas superiores a los 30 y mínimas superiores a los 20 grados”.