Dos agentes se dieron un beso y un tercero lo retrató en una fotografía que se viralizó por Internet, llegó a sus jefes y decidieron expulsarlos de la fuerza. La fotografía, tomada en Kagera, en el noroeste de Tanzania, muestra a la pareja uniformada besándose.

El comandante de la policía regional, Henry Mwaibambe, habló con la BBC sobre los pasos que siguieron y defendió la decisión del departamento. "Cumplimos con todos los procedimientos disciplinarios para garantizar que tuvieran la oportunidad de defenderse", aseguró.

Y explicó: "El oficial encargado del caso estaba convencido de que había pruebas contundentes contra ellos y que habían violado el código de conducta de la policía. Es por eso que perdieron sus empleos. En este caso no fue el beso en sí lo que provocó el despido, sino el hecho de que ocurriera en público, llevaran uniforme y fue publicado en la red".

La polémica por el despido no se hizo esperar y fue en las redes sociales que resonó el tema. Aún las autoridades no dieron explicaciones al respecto.