Cuando el condón femenino se lanzó por primera vez al mercado hace 20 años no tuvo la aceptación que se pretendía. Pero ahora, parece que será parte del futuro en la protección de las relaciones sexuales.

Su nombre original fue CF1, y no tardó en ser objeto de bromas y apodos como bolsa de plástico o globo de aire caliente. "Estaba convencida de que las mujeres querrían cuidarse solas", cuenta Mary Ann Leeper, presidenta de Chartex, la empresa que creó el condón femenino.

Pero el hecho crucial para que no se haya convertido en un producto masivo fue la existencia de algunas fallas a raíz de sus materiales, que generaban incomodidad durante su uso tanto en mujeres como en hombres.

Pero ahora, el sucesor de CF1 es justamente el CF2, hecho de un látex sintético, que podría ser mucho más exitoso de lo que fue su antecesor y que está disponible en 187 países. Según afirman desde la compañía, desde 2007 se duplicaron las ventas en todo el mundo.

Estos nuevos preservativos femeninos tienen otras ventajas, como por ejemplo, el poder colocárselos horas antes del sexo para que en el momento no hayan distracciones y no necesita ser retirado luego de mantener relaciones.

Para las mujeres, es una mejor protección para enfermedades de transmisión sexual, debido a que la vulva está parcialmente cubierta por un aro exterior que mantiene el dispositivo en su lugar.

Una encuesta realizada en 2011 determinó que el 86% de las mujeres estaban interesadas en volver a utilizar el método y que el 95% se lo recomendaría a una amiga.

En África, la oferta gratuita de preservativos vaginales en las clínicas, ha creado una tendencia de moda. También son muy usados en Colombia, China y otros países.