Graciela Sosa tomó la palabra, contó lo difícil que había sido para ella tener que ver cómo un grupo de rugbiers decidieron terminar con la vida de su hijo.

La mamá de Fernando dijo que nunca se sacará de la cabeza la imagen de Fernando tirado en el piso y levantando la mano implorando piedad o pidiendo auxilio pero sólo recibió más golpes y patadas.

Para cerrar volvió a pedir justicia y dejó más que claro que no busca venganza pero si que los asesinos de su hijo paguen por lo que hicieron.