La residencia que eligió María Eugenia Vidal para vivir fue un centro clandestino de detención
La gobernadora vivirá en una de las casas que ocupaban los jefes de la unidad militar, que dirigían la VII Brigada Aérea. Cuatro de las personas que allí permanecieron detenidas continúan desaparecidas y un sobreviviente reveló que allí se torturó.
Desde la gobernación aseguran que María Eugenia Vidal declinó vivir en la residencia correspondiente en La Plata porque se parece al Palacio de Versailles, y que prefiere una casa común. Sin embargo, el edificio elegido para compartir un techo con su familia tampoco entra en la categoría "común".
La gobernadora bonaerense prefirió mudarse al predio donde funcionó la VII Brigada Aérea, más precisamente en la Base Aérea de Morón: según se destaca en los archivos de la Conadep, 19 personas permanecieron detenidas ilegalmente en ese lugar, de las cuales cuatro permanecen desaparecidas.
En esta jefatura, entre 1977 y 1979 según aparece en el informe Nunca Más, funcionó una especie de directorio cabecera de la Subzona 16 que comprende en la actualidad Morón, Hurlingham, Ituzaingó, Merlo y Moreno, área en la que las detenciones clandestinas y la tortura se articularon también con la Mansión Seré.
Según publicó Página 12, la casa que tomará la funcionaria, y por la que ya se fijó a través de licitación pública 660 mil pesos para su re acondicionamiento, era una de las tres destinadas a los jefes de la exBrigada, entre ellos, César Miguel Comes que fue condenado en dos juicios a 25 años de prisión.
Oscar Arquez permaneció secuestrado en distintos edificios de este centro clandestino, desde el 16 de septiembre de 1976 hasta el 17 de noviembre de ese año. Arquez reconoció el sonido de la torre de control y de los aviones, la característica inconfundible del lugar. De allí lo pasearon por la comisaría de Castelar, la comisaría de Haedo, luego a El Vesubio y más tarde a Coordinación Federal. Cuatro días después de ser liberado, el 21 de noviembre de 1976, dejó sentada la denuncia correspondiente: “Fui a la sede de la Liga por los Derechos del Hombre".
El 7 de mayo de 2009, Arquez volvió para una inspección ocular y el informe correspondiente describe lo que pasó: “Abajo de una escalera de mármol advirtió un cuarto de pequeñas dimensiones, de unos dos metros de largo por uno de ancho, con un depósito de limpieza. Al observar ese cuarto, Arquez dijo estar prácticamente convencido de que en 1976 había permanecido detenido en ese lugar”, citó el diario.