Carolina Vila, madre de Lucas Cabello, el joven que sufrió tres disparos a quemarropa de un efectivo de la Policía Metropolitana cuando regresaba de la panadería, aseguró que Lucas "está un poco mejor" y que le pidieron audiencia a la gobernadora electa María Eugenia Vidal "para que se retracte de sus dichos pero nos la negó".

Durante una conferencia de prensa junto a sus abogados en la sede de la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE), Vila puntualizó sobre la salud de su hijo que "estamos luchando contra una fiebre que le apareció en las últimas horas pero la neumonía que se había presentado ya estaría bajo control".

Precisó además que "los vecinos y la gente que vio lo que pasó se lo dijo hoy a las autoridades del juzgado, y ahí quedó claro que lo que le pasó mi hijo no tuvo nada que ver con un tema de violencia de género, que él no estaba en una actitud violenta y que estaba desarmado; por todo eso le pedimos una audiencia a Vidal para que se retracte de todo lo que dijo en estos días, pero nos la negó".

"Lo que necesitamos es que garanticen nuestra seguridad para la familia y para los vecinos que hoy dieron su testimonio, porque todos vivimos en el mismo barrio en el que siguen patrullando los compañeros de Ayala", precisó en referencia al policía de la Metropolitana acusado de balear a Cabello.

Gabriela Carpinetti, abogada de Vila, explicó que "el jueves se cumple el plazo para que se resuelva la situación judicial del oficial Ayala".

"La declaración de los testigos que se presentaron hoy echó por tierra la hipótesis que sostenía que Ayala actuó ante un hecho de violencia de género, quedó comprobado que Lucas volvía de la panadería, que no estaba en una actitud violenta y que estaba desarmado; de lo único que se lo podía acusar era de la portación de dos sanguches de milanesa", apuntó.

La abogada indicó que "ahora es importante que Vidal se retracte públicamente de sus dichos, porque es una manera más de garantizar la seguridad de esta familia y de los testigos que en los últimos días sufrieron el hostigamiento de efectivos de la Metropolitana para declarar cosas que no eran ciertas y así alivianar la situación de Ayala".

"La Policía Metropolitana está hace meses en ese complejo de viviendas, muchas veces pidiéndole identificaciones a los propios vecinos del barrio de manera recurrente; acá lo único cierto es que Lucas estaba desarmado y el primer disparó lo derribó, y que los otros dos tiros sólo pueden haber sido un intento de rematarlo", finalizó.